Este articulo es un resumen del libro "No more ritalin" de la autora Dr. Mery Ann Block. Mas info en: http://www.ritalindeath.com/
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, o TDAH, es un trastorno del comportamiento que se observa en algunos niños y que se manifiesta con déficit de atención y en algunos casos también con hiperactividad. El TDAH esta dividido oficialmente en tres tipos. El primero es en los casos en los que se dan ambos componentes, el déficit de atención y la hiperactividad. Estos casos son los mayormente diagnosticados, debido a que la hiperactividad física del niño resulta muy evidente. El segundo tipo es aquel que muestra una disminución de la capacidad de atención, pero no va acompañado de un exceso de movimiento locomotor. Es decir, son niños tranquilos, pero al los que les cuesta concentrarse. El tercer y último tipo es una combinación de los dos anteriores.
El TDAH no tiene ninguna prueba o analítica que lo determine, su diagnóstico se basa principalmente en la observación del comportamiento del niño según el criterio de los padres o educadores. Esto resulta pues bastante subjetivo, y cabe decir que los motivos de consulta de los padres con los especialistas se debe, no a que el niño se encuentre mal o le duela algo, sino que simplemente su conducta molesta, irrita y pone de los nervios a los adultos que se ven obligados a estar en sociedad con estos niños. Dicho de otra manera, estos niños un poco salvajes no encajan con las conductas sociales actuales. Por ello reciben una medicación que se comercializa bajo el nombre de Ritalín o Concerta. Estos “medicamentos” contienen Metilfenidato, de la familia de las anfetaminas, que son drogas que estimulan artificialmente el cerebro y que a estos niños los tranquiliza.
Este trastorno, hoy por hoy según los investigadores no se sabe a ciencia cierta si es psicológico, biológico o genético. Esto se debe a que no se ha encontrado hasta ahora una causa que lo provoque. Sin embargo si hay muchas hipótesis al respecto, y se sigue investigando. Genéticamente se investigan los genes implicados en la dopamina, el neurotransmisor que si se sabe esta afectado en el TDAH. Pero hasta ahora no se han encontrado evidencias de que sea una enfermedad genética. A nivel biológico dicen que no se encuentra nada, a pesar de que una alteración de un neurotransmisor es una cuestión biológica. Tampoco es un trastorno psicológico, sino en cualquier caso de conducta. A pesar de que no se sabe cual es su origen, es decir su etiología sigue desconocida, este trastorno curiosamente está dado de alta como enfermedad mental y se ubica en la clasificación de los trastornos mentales del Asociación Americana de Psiquiatría (APA), en el apartado de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador (DSM IV, cuarta edición del manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales).
A pesar de que el TDAH esté incluido como enfermedad mental, no debe de preocuparse, su hijo no está loco. Obviamente alguien tenía que ocuparse de este trastorno por el cual los padres acuden a los especialistas cada vez más. Esta labor la han realizado los psiquiatras, que cada vez más atienden a padres desesperados y preocupados por la conducta de sus hijos, y los ayudan a controlar a los pequeños desbocados. En Estados Unidos las cifras se han disparado y el TDAH es actualmente un negocio de 2.600 millones de euros al año. Probablemente Europa siga incrementando los diagnósticos y por tanto los tratamientos con anfetaminas y las visitas a los especialistas en los próximos años.
Los niños de hoy en día parece que no son capaces de estar sentados en sus sillas cuando empiezan la escolarización con sus ya 6 años de edad, de las 9 de la mañana a las 5 de la tarde, y permanecer inmóviles y centrados en sus tareas. Los profesores actualmente son los profesionales que mayormente sufren de estrés y bajas por depresión y ansiedad. Tal vez esto se deba a que hoy en día los profesores no pueden insultar, levantarle la voz o abofetear a un alumno por su comportamiento. Estas formas de educación están del todo obsoletas, es más, son ilegales. Lo que antaño, en la época de mis padres era la orden del día, hoy en día puede estar calificado de barbaridad, no solo en la escuela, sino por supuesto también en el hogar. Abofetear a un niño significa que eres poco más que una bestia. A mi madre, en la escuela de monjas por los años 60, las maestras azotaban a las niñas con toda su fuerza con una regla de madera dándoles en la punta de los dedos. Era una forma de mantener orden y rectitud en las aulas. Cuanto más hiperactivo o despistado eras, más castigos recibías. Esto era lo que sucedía en el colegio privado de monjas donde estudiaba mi madre, no puedo imaginar que es lo que podría suceder en los colegios estatales. Como ahora ya no se les permite a los profesores pegar al alumnado como se hacía antiguamente, y está por supuesto mal visto que los padres(o familiares) le den alguna nalgada o un bofetón a los niños que se comporten mal, “siempre de forma justificada por supuesto”, tal y como decían sin dudar ni un segundo los educadores de aquella época, ha surgido la nueva vara de la rectitud. Ahora la rectitud se administra no a base de golpes, sino en forma de comprimido, el Ritalín. De esta manera los niños no sufren traumas emocionales severos que durarán toda la vida o lesiones físicas. Las pastillas son cómodas y fáciles de usar, y controlarán al niño imposible durante todo el día. Muchos son los maestros que tienen en sus aulas a niños con TDAH y exigen a los padres que el niño venga medicado a la escuela. En realidad debería decirse que exigen que traigan al niño drogado al colegio, puesto que no hablamos de un simple fármaco, sino de una droga dura. Hemos evolucionado sin duda, ya no se hacen guerras con espadas, flechas y cañones, ahora lo que se lleva son las armas químicas, y las bombas. En la educación también ha habido una evolución sustancial. Hemos pasado de los gritos y azotes humillantes a las drogas de síntesis.
Ciertamente cada año se diagnostican cada vez más niños con TDAH, empieza a parecer una plaga. Y por supuesto los expertos afirman que el sistema de educación actual funciona, son los niños los que nacen tarados. Antiguamente esto no pasaba, simplemente había más niños que recibían bofetones a diario, incluso alguna paliza a la semana, por no perder la costumbre.
¿No será sencillamente que los niños son así? No será que los niños suelen ser la gran mayoría, despistados y algo movidos?¿No debe de ser esto algo que ha sucedido desde que el hombre es hombre, y no solo en los últimos 40 años?
No importa que los niños sean así o que tengan la necesidad de ser así, el caso es que molestan, irritan y agotan a los adultos, y hay que buscar soluciones. Obviamente, las grandes empresas mundiales con sus expertos en marketing y su ojo avizor, a los que no se les escapa una solo oportunidad para exprimirla y hacer de ello un negocio millonario, no dejaron pasar al TDAH y la oportunidad de enriquecerse a merced de los padres desesperados. Hace 50 años un laboratorio farmacéutico patentó una formula química, que devolvía a los niños con el extraño trastorno de causas desconocidas llamado TDAH, la tranquilidad y el saber estar. Esta droga, el metilfenidato, es capaz de burlar la barrera hematoencefálica que protege al cerebro de virus, bacterias y elementos tóxicos que lo pueden dañar gravemente, y entrar en el cerebro a la fuerza. Al metilfenidato le pusieron un nombre comercial y la lanzaron al mercado como: LA SOLUCIÓN. La solución para embolsarse millones…o la solución para conseguir legalmente que los mocosos de la clase media, con difícil acceso a las drogas por sus situación socio-económica-cultural, sean adictos a las drogas desde temprana edad y asegurarse de que serían futuros consumidores de drogas de mayorcitos…o … mejor no seguir pensando.
Cocaina, speed, anfetaminas…Ritalín y Concerta
La droga que se usa oficialmente para tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es el Metilfenidato (MPH). Esta sustancia es una anfetamina que se comercializa con diferentes nombres, de los cuales los mayormente recetados son el Riatlín y el Concerta.
El MPH tiene las mismas propiedades que una anfetamina, o todavía mas popular, que la cocaína. Bueno, esto no es del todo cierto, pues las anfetaminas son algo más fuertes que la cocaína de hecho, era por poner un ejemplo que todo el mundo conozca. Así pues todas ellas, incluido el “speed” como se le conoce en la calle, ejercen los mismos efectos en todo el mundo, niños, adultos o ancianos con o sin TDAH. Aunque curiosamente después de 50 años aun no saben(o no quieren saber) como actúa en realidad el Ritalín, se cree que el MPH actúa sobre los receptores de dopamina. Es decir, provoca química y antinaturalmente un encharcamiento cerebral del neurotransmisor dopamina. La única diferencia entre la cocaína y la MPH es el tiempo de acción, es decir, la cocaína dura bastante menos que el MPH. Es por ello que la cocaína a veces la venden mezclada…con Ritalín en polvo. Hay quien se hace rayas directamente con las pastillas de Ritalin pulverizadas, o las disuelve y se las inyecta directamente en la vena. De esta manera la droga, que eso es lo que es, una droga dura, entra rápidamente en el cerebro, y hace el subidón que el drogadicto desea. Por supuesto a los niños con TDAH no se les enseña a hacerse rayas, pues eso es muy malo… A ellos se les da en comprimidos, eso si de liberación sostenida (para que no les de el subidón que son muy chicos y con las drogas no se juega a esas edades). Solo tienen que tragar la pastilla de buena mañana con un poquito de agua. ¡Un comprimido al levantarse de la cama y listo! Que práctico, ¿verdad?
Esta forma de administrar la droga causa solo algunas cuantas muertes al año entre los niños pacientes de los psiquiatras especializados en TDAH. Es todo un logro si se compara con la cantidad de muertes que provoca su toma en polvo o vía intravenosa. Si el niño sobrevive, lo más que le puede suceder es que tenga lesiones neurológicas irreversibles o en el mejor de los casos, que suspenda la toma de anfetaminas y quede “igual de mal” que estaba antes de tomar la droga bajo prescripción médica. Si le sucede alguna cosa a su hijo, usted no se preocupe, no habrá hecho nada ilegal, puesto que aunque en otros países como Australia el MPH conste como droga dura junto con la heroína, en España esta clasificada como peligrosa, pero legal bajo prescripción médica. Si no consiguiera la receta médica, siempre puede buscar a un camello y conseguirla en el mercado negro.
¿Qué es realmente el Trastorno por Déficit De Atención e Hiperactividad? Contéstese usted mismo.
